Quienes dependen de los colectivos para trasladarse volvieron a quedarse a pie hoy: el conflicto salarial en el transporte público derivó en un nuevo paro de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) porque los choferes todavía no pudieron cobrar la totalidad del sueldo de junio. César González, titular de UTA confirmó ayer la medida de fuerza. El representante de los 3.600 trabajadores del sector aclaró que sólo buscan cobrar los salarios. Las empresas abonaron dos cuotas del sueldo por $ 15.000, cuando el promedio de cada trabajador ronda los $ 70.000.
La semana pasada, UTA y la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán (Aetat) habían acordado aplazar las medidas de fuerza si cobraban el sueldo en tres cuotas esta semana. Para saldar la deuda, las firmas requerían de la llegada de los subsidios nacionales y provinciales.
El conflicto salarial de este mes es un capítulo más de la sempiterna crisis en el transporte. Los salarios de junio se liquidaron con el incremento acordado en paritarias, que se había firmado para todas las empresas de las provincias con el compromiso de la Nación de aumentar los subsidios al interior sumando una caja de $ 8.000 millones. Se solicitó además que las provincias igualen, en conjunto, esa cifra para sostener el servicio en el interior. El anuncio de Nación reconoció la disparidad en el reparto de los subsidios nacionales para compensar la tarifa: el 86% de los fondos se destinan a las firmas porteñas y el 14% restante se divide entre las empresas del resto del país. Por ello la tarifa mínima urbana en la ciudad de Buenos Aires es $ 18 y en Tucumán, $ 45. Pese al anuncio, la Nación no firmó la resolución para asignar los subsidios al interior, por lo que no se giraron aun los fondos. Los empresarios aguardan las remesas para liquidar los sueldos. La gestión de funcionarios provinciales para destrabar los fondos, la clave para levantar la medida.